Pepa Bueno recoge el Premio Nacional de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón de Guadix
Este viernes también se entregaron los premios Ciudad de Guadix a varios reportajes
Guadix volvió a ser la capital del periodismo este viernes gracias a la la gala de entrega de la XIX Edición de los Premios Nacionales de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón y Ciudad de Guadix que organiza el Ayuntamiento de Guadix en colaboración con la Diputación de Granada. Una edición donde el jurado la trayectoria profesional de la periodista y actual directora de El País Pepa Bueno con el premio Pedro Antonio de Alarcón y los premios "Ciudad de Guadix" al “reportaje “¿Un desierto en Granada? Sí, esta y otras sorpresas al otro lado de Sierra Nevada” de Manuel Mateo Pérez, al reportaje “Pedro Antonio de Alarcón, el coleccionista de autógrafos” de Jorge Pastor y el reportaje de televisión “La colecta de unos profesores salvan un negocio de Guadix” de Andalucía Directo.
Antes de la gala, el alcalde de Guadix, Jesús Lorente, recibió oficialmente en el Ayuntamiento de Guadix, junto a la Corporación Municipal y los miembros del jurado, a los premiados en esta edición. La galardonada con el premio Pedro Antonio de Alarcón, Pepa Bueno, firmó en el Libro de Honor de la institución, para, a continuación, mantener un encuentro con los medios de comunicación en el salón de comisiones, donde pudieron plantear sus dudas e intercambiar impresiones.
Posteriormente la gala, que estuvo conducida magistralmente por Javi López, se celebró en el Teatro Mira de Amescua, donde asistieron, además del alcalde de Guadix, Jesús Lorente, y buena parte de la Corporación Municipal, la Vicepresidenta Primera de la Diputación de Granada, Fátima Gómez, varios delegados territoriales, Diputados provinciales, la Jueza Decana, el Obispo de Guadix, alcaldes y alcaldesas, responsables de los medios de comunicación provinciales, representantes de las fuerzas de seguridad, entre otros.
En su discurso, el alcalde accitano, Jesús Lorente, rindió homenaje a los periodistas “una profesión que en estos tiempos vuelve a definir la necesidad de una información objetiva y veraz como ya nuestro compatriota Pedro Antonio de Alarcón la vivió en la guerra de África: informar para dar a conocer la realidad de los hechos. Periodismo, profesión donde la valentía, la ética, la solidaridad van de la mano, especialmente en situaciones de conflicto bélico. ¿Cómo mantener a raya el miedo a las explosiones? ¿Cómo no sufrir con el dolor de los masacrados? ¿Cómo mantener la objetividad informativa sin que raye en la frialdad? Bajo mi punto de vista, es fundamental la ética de una profesión independiente siempre en lucha contra la desinformación manteniendo la visión objetiva en la búsqueda permanente de la verdad manifiesta o escondida tras palabras banas y hechos luctuosos. Informar es una necesidad esencial en la vida cotidiana de la ciudadanía”.
Lorente también quiso hacer mención al periodismo de guerra “ya que estamos comprobando en el injustificado conflicto bélico de Ucrania, que la información, más bien la desinformación, se ha convertido en un elemento armamentístico más. Decía Churchill que “en época de guerra, la verdad es tan preciosa que debería ser protegida de la mentira por un guardián”. El periodismo de guerra tiene un cometido fundamental de testimonio y vigilancia. Es por ello que el rigor ético del periodista y su compromiso con los hechos es importantísimo en las sociedades democráticas” y recordó “a los periodistas asesinados, secuestrados o silenciados en su labor informadora en cualquier conflicto bélico”
Jesús Lorente recordó también la figura de Pedro Antonio de Pedro Antonio de Alarcón, considerado el primer periodista de guerra y los numerosos accitanos que ejercen esta profesión. “Estos premios homenajean a nuestro escritor y periodista más insigne, aquel que supo retratar como nadie el carácter, los rasgos más recónditos del espíritu accitano en alguna de sus obras literarias y los aconteceres de unas guerras fratricidas en sus crónicas periodísticas. Sigue siendo modelo y reflejo de muchos accitanos y accitanas que recogieron su testigo eligiendo una profesión, a veces ingrata, a veces gratificante, siempre de servicio público. Y ahí se hallan por los rincones más recónditos del mundo ejerciendo la labor necesaria de informar como aquel escritor metido a labores de periodista o aquel periodista metido a labores de escritor. Su nombre, su obra y su ciudad quedan por siempre unidos a estos premios periodísticos”.
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