Otura reparte casi 600 roscas de pan entre sus escolares para fomentar la tradición de San Blas
Colocan en el brazo del santo una rosca de pan en recuerdo a la curación de un niño que, según la leyenda, se clavó unas espinas en la garganta
La concejalía de Educación del Ayuntamiento de Otura ha repartido esta semana casi 600 roscas de pan entre sus escolares (incluyendo algunas sin gluten para los niños celíacos), para fomentar la tradición de bendecir las roscas “y que nuestros niños y niñas celebran San Blas ya desde pequeños”, en palabras de la concejala de Educación, Sonia Ruiz.
El reparto ha tenido lugar en los propios colegios, la escuela infantil y el centro de día, y a lo largo de esta semana cientos de vecinos de Otura cumplirán con la tradición de San Blas, patrón del municipio, llevando sus roscas de pan a la iglesia de Nuestra Señora de la Paz para ser bendecidas.
Los otureños se han acercado al templo, donde se han celebrado varias misas, para que el párroco de Otura, Luis Miguel Sánchez, bendiga sus roscas, como manda la tradición.
Cada mes de febrero, el municipio de Otura coloca en el brazo a su patrón, San Blas, una rosca de pan en recuerdo a la curación de un niño que, según la leyenda, se clavó unas espinas en la garganta, y a quien el santo salvó de morir asfixiado al darle unas migas de pan.
“Desde entonces, los vecinos de Otura y de muchos municipios limítrofes traen sus roscas cada año a la iglesia para ser bendecidas, y participan después en la procesión de San Blas por las calles del municipio”, señala el alcalde de Otura, Nazario Montes.
El regidor destaca que las fiestas de San Blas “han sido todo un éxito, y también hemos repartido otras 800 roscas en el marco de la Feria de la Matanza”.
Así, cientos de vecinos han participado en la tradicional misa en honor al patrón de Otura, acompañado de la banda de música Villa de Otura, y en la procesión del Santo por las calles de Otura, además de llevar a la iglesia sus roscas para ser bendecidas.
