'Pídeme la Luna' cumple el sueño de Gabriel, un paciente oncológico del Hospital Virgen de las Nieves

La asociación Pídeme la Luna, dedicada a hacer realidad los sueños de niños con enfermedades oncológicas, ha vuelto a llenar de ilusión y emoción la planta de Oncología Pediátrica del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. En esta ocasión, el protagonista ha sido Gabriel, un niño de 10 años con una energía y simpatía que emociona a todo el que lo conoce.

Gabriel llevaba tiempo esperando con ilusión ese regalo tan especial. El equipo de la asociación quiso que todo el personal sanitario más cercano al pequeño pudiera estar presente en un momento tan significativo. Cuando por fin llegó la sorpresa, su reacción fue tan emocionante como esperada: “¡Me vais a matar de la emoción!”, repetía sin parar entre risas, lágrimas y sonrisas compartidas.

El regalo que tanto ansiaba era una consola PlayStation 5 acompañada de su videojuego favorito, el nuevo FC25 de fútbol. La alegría del pequeño contagió a todos los presentes, entre abrazos, risas y una emoción difícil de describir.

“Gabriel nos dio una lección de fuerza, ternura e ilusión que no olvidaremos nunca”, expresó la presidenta de la asociación, Marisol Escribano Olmo, en agradecimiento al pequeño y a todo el equipo que hizo posible ese momento. “Nosotros ponemos los medios; ellos nos regalan su sonrisa, que es la mayor recompensa posible”.

Una asociación volcada en los sueños infantiles

Pídeme la Luna nació en 2012 con el objetivo de cumplir los sueños de los niños ingresados en unidades de onco-hematología pediátrica, ofreciendo momentos inolvidables durante sus hospitalizaciones. La iniciativa fue impulsada por la propia Marisol Escribano, enfermera del Hospital Infantil de Jaén, que desde entonces ha liderado una red de voluntarios, profesionales sanitarios y familiares de pacientes que colaboran activamente en los hospitales de Jaén, Granada, Valencia, Navarra, entre otros.

Con el lema “Pídeme la luna y te la intentaré alcanzar, con tal de que tus sueños se hagan realidad”, la asociación organiza numerosas actividades tanto dentro como fuera del hospital, que constituyen una valiosa terapia emocional para los menores, complementando los tratamientos médicos con alegría, sorpresa y mucha esperanza.

“Queremos que nuestros niños sean protagonistas de sus propios sueños. Que se olviden por un instante de que están enfermos y descubran que el hospital también puede ser un lugar de sonrisas, cariño y momentos mágicos”, señala la presidenta.

A lo largo de los años, Pídeme la Luna se ha consolidado como un referente en humanización de la atención pediátrica oncológica, demostrando día a día que, en medio de la dureza de la enfermedad, hay espacio para la ternura, el juego y la magia.