Investigan a un padre y a su hijo por tres robos con fuerza

Los robos se produjeron en dos casas de campo contiguas de Churriana de la Vega y en un cortijo de Alhendín

Redacción  |  26 de febrero de 2024
Imagen de archivo de un vehículo de la Guardia Civil (GUARDIA CIVIL)
Imagen de archivo de un vehículo de la Guardia Civil (GUARDIA CIVIL)

La Guardia Civil, en la segunda fase de la operación Adortum, ha investigado a un hombre de treinta y tres años de edad, como presunto autor de tres delitos de robo con fuerza en las cosas perpetrados en tres casas de campo de los términos municipales de Churriana de la Vega y de Alhendín.

Por estos mismos delitos, en la primera fase de esta operación, el pasado día 16 de febrero ya fue puesto a disposición judicial el padre del ahora investigado. 

 

Los dos robos se produjeron el pasado mes de diciembre. En el primer robo los investigados saltaron la valla perimetral de un cortijo de Churriana de la Vega, rompieron con una piedra la cámara de seguridad que la víctima tenía en el exterior de la vivienda y forzaron una de las ventanas para acceder al interior. Una vez dentro rompieron la otra cámara de seguridad y se apoderaron de un ordenador portátil, de una mochila, de un reloj y del clorador salino de la piscina.

El segundo robo fue perpetrado minutos después en la vivienda vecina. El investigado volvió a saltar la alambrada perimetral y se apoderó de dos bicicletas de montaña.

En el tercer robo, ocurrido en Alhendín, rompieron la alambrada perimetral y una ventana posteriormente para apoderarse de una desbrozadora, un robot de limpieza y una garrafa de aceite de oliva.

Tras las denuncias de los robos, los agentes del Área de Investigación del puesto de la Guardia Civil de Armilla se encargaron de realizar una inspección ocular en los tres cortijos y visionaron las imágenes de las cámaras de seguridad antes de que las rompiera y dejaran de grabar. Tras un análisis exhaustivo de estas imágenes los investigadores han conseguido identificar al hijo.

La presencia del padre en el lugar del robo se descubrió antes, cuando este perdió su teléfono móvil en el primer cortijo asaltado. Los investigadores lo encontraron tirado en el suelo durante la inspección ocular y el denunciante no pudo identificarlo porque no era de nadie de su familia. Los agentes se pusieron en contacto con la compañía telefónica y averiguaron la identidad del titular de dicho teléfono. Este indicio unido al resto de datos que los agentes han podido averiguar durante la investigación han permitido situarlo de forma inequívoca en el lugar de los hechos.

 
 
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