Un estudio científico identifica las zonas de mayor riesgo térmico de Granada y cinturón

Ha analizado cómo la distribución de los espacios verdes puede contribuir a mitigar el efecto de isla de calor urbano

Redacción  |  4 de abril de 2025
Medición del estudio para detectar las zonas de mayor riesgo térmico de Granada y su cinturón metropolitano (UGR)
Medición del estudio para detectar las zonas de mayor riesgo térmico de Granada y su cinturón metropolitano (UGR)

La Universidad de Granada (UGR) ha participado en un estudio científico en el que los investigadores han identificado las zonas de mayor riesgo térmico en la ciudad de la Alhambra y su entorno metropolitano para planificar soluciones verdes frente al cambio climático.

Según ha informado la UGR en una nota de prensa este viernes, el estudio realizado con científicos de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil) ha cartografiado en concreto "los puntos más vulnerables al calor extremo e impulsa estrategias de mitigación basadas en infraestructuras verdes y criterios sociales".

 

Ha analizado cómo la distribución de los espacios verdes puede contribuir a mitigar el efecto de isla de calor urbano (UHI por sus siglas en inglés). Dado que los entornos urbanos son cada vez más vulnerables al cambio climático, comprender esta dinámica es según los expertos "fundamental para diseñar estrategias eficaces de mitigación y adaptación basadas en evidencia científica".

El estudio empleó el modelo InVEST (siglas en inglés de valoración integradora de los servicios ecosistémicos y sus compensaciones), una herramienta gratuita y de código abierto utilizada para cartografiar y valorar los servicios ecosistémicos.

Los investigadores integraron información biofísica y social de alta resolución procedente de múltiples fuentes, incluidos los institutos nacional y autonómico de estadística. Con estos registros, se obtuvieron variables clave como la temperatura de la superficie terrestre y del aire, "la evapotranspiración, y la cobertura de vegetación y edificaciones a partir de imágenes satelitales y datos climáticos ya existentes".

Se puede de ese modo "realizar simulaciones precisas de la exposición al calor urbano e identificar los puntos críticos más afectados en la ciudad de Granada". Asimismo, se emplearon herramientas estadísticas para "examinar cómo influyen los distintos patrones de vegetación en la mitigación del calor, identificando los elementos de la infraestructura verde más eficaces".

Para abordar la vulnerabilidad social, los investigadores analizaron espacialmente indicadores demográficos procedentes de estadísticas oficiales, centrándose en aspectos como el número de centros médicos, los ingresos familiares, la proporción de personas mayores de 65 años, los hogares por debajo del 60 por ciento del umbral de pobreza y la densidad poblacional, con el objetivo de "identificar los grupos más expuestos durante episodios de calor extremo".

Al combinar esta información en un índice de vulnerabilidad social y contrastarlo con el de exposición térmica, el estudio identificó áreas prioritarias de actuación donde coinciden altos niveles de riesgo climático y vulnerabilidad social.

En concreto, se señalaron cuatro zonas prioritarias para desarrollar estrategias de mitigación del calor: tres de ellas dentro de la ciudad de Granada (zonas sur, norte y centro) y una en el área metropolitana (norte de la ciudad de Armilla).

Los resultados revelan que los sectores urbanos con más de un 35 por ciento de superficie cubierta por vegetación, y jardines mayores de 200 metros cuadrados, experimentan una reducción significativa de las temperaturas.

En áreas densamente pobladas, donde no es factible crear grandes zonas verdes, el estudio propone la conexión de infraestructuras verdes más pequeñas para potenciar su efecto refrescante, subrayando la necesidad de una planificación urbana estratégica.

TEMPERATURAS EXTREMAS

Actualmente, el equipo investigador analiza la efectividad de diversas especies arbóreas para "atenuar las temperaturas extremas, con el fin de identificar aquellas capaces de generar un microclima más favorable y priorizar su uso en el diseño de espacios verdes urbanos".

Además de la mitigación del efecto isla de calor, el proyecto Biocitrees, liderado por la investigadora Nuria Pistón junto al catedrático Regino Zamora, estudia también la capacidad de los árboles para filtrar contaminantes atmosféricos y fomentar la biodiversidad en entornos urbanos.

Los resultados de este proyecto permitirán, según estos investigadores, "ofrecer guías de actuación, basadas en criterios ecológicos y sociales, a los responsables de las políticas urbanas para el diseño de infraestructuras verdes más eficientes y equitativas".

 
 
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