Pórtugos celebra este fin de semana la IV Feria de la Matanza Tradicional

El municipio alpujarreño de Pórtugos acogerá los días 29 y 30 de noviembre la cuarta edición de la Fiesta de la Matanza Tradicional, un evento que recupera la esencia gastronómica y cultural de la comarca y que se consolida como una cita anual de referencia en el calendario festivo de la Alpujarra.

La feria ha sido presentada por el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, David Rodríguez, y el alcalde de Pórtugos, José Javier Vázquez, y está organizada por el Ayuntamiento de la localidad con el apoyo de la Consejería de Turismo y Acción Exterior.

Rodríguez expresó "la voluntad de la Consejería de colaborar con los ayuntamientos para convertir las fiestas tradicionales en recursos turísticos de primer nivel". Según señaló, "la Fiesta de la Matanza no solo preserva una tradición, sino que la convierte en un atractivo turístico que dinamiza la economía local y refuerza la identidad cultural de la Alpujarra".

Por su parte, el alcalde recordó que "la matanza del cerdo era históricamente un momento de encuentro vecinal y familiar, y hoy se recrea para que vecinos y visitantes puedan vivirla en primera persona".

Durante dos días, Pórtugos se llenará de vida con una programación variada que incluye demostraciones de matanza tradicional y talleres de elaboración de embutidos, degustación de productos típicos a precios populares, mercado de artesanía y productos locales como miel, cerámica y cosmética natural, exposición de útiles y antigüedades relacionadas con la matanza, actividades infantiles, visitas guiadas y música en directo.

La matanza del cerdo marcaba el inicio del invierno en los pueblos alpujarreños, siendo un momento de encuentro familiar y vecinal donde se elaboraban embutidos y se compartían comidas en comunidad. Aunque con el paso de los años esta actividad había caído en desuso, gracias a esta fiesta ha vuelto a renacer con fuerza, en un claro intento por rescatar esta tradición para convertirla en una celebración participativa para todas las generaciones. De esta forma contribuye a la dinamización económica y a la preservación del patrimonio cultural inmaterial de la Alpujarra.