Las obras de restauración del Mexuar de la Alhambra alcanzan el 30%
Marca el inicio de la segunda fase de actuación, que es considerada como la "más compleja"

Las obras de restauración del Mexuar de la Alhambra han alcanzado ya el 30% de ejecución, marcando el inicio de la segunda y “más compleja” fase de la intervención, según informó este miércoles la Junta de Andalucía.
El proyecto, iniciado en septiembre de 2024 y con una duración prevista de 22 meses, cuenta con un presupuesto de dos millones de euros procedentes íntegramente del Patronato de la Alhambra. Su objetivo principal es garantizar la conservación de las cubiertas de una de las zonas más valiosas del conjunto palaciego, al tiempo que se mantiene la visita pública diaria.
Durante la primera fase, se intervino en el entorno del Palacio de Carlos V, en los accesos a los Palacios Nazaríes y en estructuras clave como cuatro armaduras de madera y una terraza. Los trabajos iniciales fueron especialmente laboriosos, llegando a tardar tres meses en retirar la primera teja de un total aproximado de 30.000, en un proceso completamente manual.
En esta segunda fase, las obras se centran en áreas sensibles como el Cuarto Dorado, donde ya se está trabajando, y la cubierta de la Sala de los Gobernadores, que mide 20 metros de altura por diez de ancho. También se realiza intervención sobre un alero del siglo XIV que se encontraba en un estado comprometido de conservación, según el proyecto original redactado por Pedro Salmerón.
Un reto fundamental ha sido compatibilizar los trabajos con la afluencia constante de visitantes, adoptando medidas para minimizar el impacto visual, sonoro y funcional. Para ello, se instalaron andamios forrados con rafias y serigrafías que reproducen las fachadas originales, logrando así una integración visual que suaviza la percepción de la obra.
Asimismo, se protegieron elementos patrimoniales delicados como la yesería nazarí para evitar daños por polvo o vibraciones. Se habilitaron pasos protegidos para garantizar el tránsito seguro del público y se mejoró la recogida de aguas pluviales en las zonas de trabajo, reforzando tanto la conservación como la seguridad.
La intervención se realiza con rigor técnico, basándose en estudios históricos, arqueológicos y de análisis de materiales. El mantenimiento de las cubiertas es clave para proteger el patrimonio frente a las inclemencias climáticas.
El proyecto se apoya en el conocimiento acumulado por intervenciones anteriores realizadas por Torres Balbás en los años 20 y Prieto Moreno en los 60, además de otras obras puntuales. El desarrollo del proyecto se ajusta a las previsiones iniciales, sin modificaciones, reflejando un diseño preciso y un profundo conocimiento del entorno.
La dirección facultativa y el equipo técnico de la Alhambra están comprometidos con la excelencia del proceso. Una vez terminados los trabajos, se ofrecerá información detallada sobre cada intervención para que la ciudadanía comprenda la importancia de preservar este valioso patrimonio.
Con el objetivo de reforzar su candidatura a Capital Europea de la Cultura 2031