Baza celebra un 'Baza, Qué' diferente marcado por las reducciones obligadas para frenar los contagios
Las circunstancias no han podido acallar las voces de poco más de 100 personas que se han congregado en la Plaza Mayor para escuchar el Manifiesto por la Integración
En el año marcado por la pandemia provocada por el coronavirus, las restricciones obligadas para disminuir los contagios de esta enfermedad y las conexiones telemáticas para mantener el contacto social, Baza ha celebrado su ‘Baza, Qué’ en un formato reducido y adaptado a la normativa vigente.
Estas especiales circunstancias, sin embargo, no han podido acallar las voces de poco más de 100 personas que se han congregado en la Plaza Mayor para escuchar el Manifiesto por la Integración y responder a la llamada del concejal más joven de la corporación municipal, que como manda la tradición es el encargado de tremolar el pendón de la ciudad.
La imagen de una Plaza Mayor salpicada de personas separadas unas de las otras y del balcón del antiguo consistorio renancentista con la única presencia del alcalde y de un edil, distaba mucho de la apreciada en ediciones anteriores, cuando el evento conseguía convocar a varios cientos de personas, entre las que se encontraban muchos escolares. La emoción, sin embargo, no ha faltado entre los asistentes y entre quienes han podido seguirla en directo desde las redes sociales del Ayuntamiento. Esta emisión en línea ha permitido, además, la participación telemática todos los centros educativos de la ciudad (Ciudad de Baza, San José de Calasanz, Jabalcón, Francisco de Velasco, Divino Maestro, La Presentación, Instituto Pedro Jiménez Montoya, Instituto José de Mora, Instituto Alcrebite) y de la Asociación Pro Discapacitados Psíquicos Jabalcón, que además celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
En la organización del evento han tenido un papel fundamental los voluntarios de la Agrupación de Protección Civil y la Policía Local que han informado a los asistentes de la obligación de mantener la distancia entre personas, de tal forma que todos ellos han participado de forma ordenada y separada.
En estos días se han instalado 15.000 himenópteros y 5.000 orugas crisopas para acabar con el pulgón