Domingo Pérez acoge la verbena terapéutica de Diputación con la participación de un centenar de mayores
Está actividad ha animado a las personas mayores a hacer ejercicio moderado de forma divertida
La edad no siempre es un obstáculo para bailar. Así lo han demostrado las personas mayores que han participado este miércoles en la verbena terapéutica organizada por la Diputación de Granada en el municipio Domingo Pérez. Durante dos horas, la música no ha parado de sonar en el salón cultural del municipio, un local de cómodo acceso y conocido por todos, que ha reunido hasta a 100 personas mayores para bailar y cantar canciones que, de una manera o de otra, han formado parte de sus vidas. Así, los más mayores han conquistado la pista de baile en una tarde que les ha hecho disfrutar y revivir su pasado.
Se trata de una iniciativa que la delegación provincial de Bienestar Social ha incorporado a la lista de actividades que forman parte del programa de envejecimiento activo. Sin embargo, no ha sido una verbena al uso. La megafonía ha sido indispensable para animar a los mayores a seguir determinadas coreografías. De hecho, un dinamizador con más de 30 años de experiencia se ha encargado de guiar a los participantes micrófono en mano. La idea ha triunfado entre los mayores, como terapia y como entretenimiento.
José Travé ha sido uno de los muchos participantes de esta verbena terapéutica. Nacido en Domingo Pérez, tuvo que emigrar para buscar trabajo, hasta que en 2007 volvió a sus orígenes. Ahora, es presidente de la Asociación de Mayores de este municipio de los montes orientales de Granada, que cuenta con apenas 860 habitantes y de los que 122 son miembros de la Asociación.
Según ha comentado Travé, la Asociación empezó su andadura el pasado mes de julio. Desde entonces, se han organizado distintos actos, como una comida para la tercera edad en un cortijo del pueblo, a la que asistieron cerca de 70 personas. A pesar de ser un pueblo pequeño, cree que la gente “se va animando, a pesar del Covid”. Además, ha subrayado que se trata de un pueblo de emigrantes, ya que en los años 60 muchas personas se marcharon a buscar trabajo y, poco a poco, fueron retornando. Por eso, “todo lo que se haga para los mayores, que pasaron la peor época, es poco”, ha asegurado.
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