Guadix acoge este viernes el Joven Encuentro Orquestal que interpretarán el concierto "Raíces"
Preparado minuciosamente por el maestro Ricardo J. Espigares Carrillo y que este año cuenta con el solista Óscar Sánchez, al violín
Llega uno de los momentos más especiales de la XXXI edición de la Guadix Clásica, ciclo organizado por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Guadix, representada por Encarni Pérez, en colaboración con la Diputación de Granada, el Joven Encuentro Orquestal de la Guadix Clásica, preparado minuciosamente por el maestro Ricardo J. Espigares Carrillo y que este año cuenta con el solista Óscar Sánchez, al violín. Será el viernes 21 de julio a las 21:00 horas en el Teatro Municipal Mira de Amescua y será a beneficio de Manos Unidas. La reserva y venta de entradas se puede hacer en la oficina del Área de Cultura (958 66 29 95) de 11:00 a 13:00 horas.
Del programa que nos ofrecerán nos detenemos en la Sinfonía sevillana de Joaquín Turina. Fue presentada en 1920 al concurso de Composición del Gran Casino de San Sebastián. El jurado, que estuvo integrado por Tomás Bretón, Ricardo Villa y Jesús Guridi, le otorgó el primer premio, dotado, nada más y nada menos, con 2.000 pesetas. La partitura original está repleta de anotaciones de Turina que nos va contando la historia de amor que trascurre bailando en el pentagrama.
En el primer movimiento, `Panorama`, describe “la parte poemática supone simplemente un idilio entre madrileña y sevillano, que se desarrolla a través de la obra, sin estorbar la construcción musical”. En el segundo movimiento, que llamó `Por el río Guadalquivir`, anota “En un vaporcito, desde Sevilla a San Juan de Aznalfarache. El idilio se formaliza”. El tercer movimiento lleva el título `Fiesta en San Juan de Aznalfarache` y Turina nos desvela el final de esta historia de amor: “La fiesta se celebra en una venta, situada en la misma orilla del río. Bailes y canciones, sirven de marco al idilio, que se exalta por momentos”.
Esta sinfonía, para nada ajustada a lo académico, entusiasma a la par a los amantes de la clásica y a los del flamenco. Nos sitúa en el fresquito de un patio sevillano en abril escuchando una farruca, que interrumpe un fandango y un garrotín, y que acaba la fiesta flamenca con un tanguillo. Seguro que Turina sabía que el flamenco era Patrimonio Inmaterial de la Humanidad antes de que un comité de palatuñis lo declarara.
El programa sigue regodeándose en los aíres hispanos con Saint-Saëns, Kórsakov y Sarasate.
Tiene como objetivo orientar al alumnado sobre la formación profesional, así como visibilizar la conexión que tiene la FP con el mundo de la empresa