Cinco investigados acusados de capturar aves fringílidas protegidas en un barranco en las afueras de Granada
Habían capturado ocho pajarillos cuando fueron sorprendidos por la patrulla del Seprona de Granada
La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial en calidad de investigados a cinco individuos, dos de ellos menores de edad, como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna, después de que una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de Granada los sorprendiera capturando aves fringílidas protegidas con artes prohibidos en el barranco San Jerónimo, junto a la Ciudad Deportiva del Granada CF, en el término municipal de Granada.
Una directiva de la Unión Europea relativa a la protección de las aves obliga a España a establecer medidas para conservar las especies que viven en estado salvaje, por lo que las diferentes comunidades autónomas han tenido que dejar de autorizar la caza y captura de aves fringílidas en sus territorios y en Andalucía, desde el año 2018, ya no se autoriza la captura de estas aves.
La patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil del Destacamento de Granada tenía noticias de que en las afueras de la ciudad, junto a la Ciudad Deportiva del Granada, numerosas personas se dedicaban a la captura sistemática de aves fringílidas con artes prohibidas como el pegamento para ratas. Dichos individuos, además, habían cortado los caminos de acceso al lugar para no ser sorprendidos.
Para poder proceder, los agentes del Seprona desplegaron un dispositivo con la intención de atrapar a estos cazadores furtivos in fraganti. No obstante, estos se percataron de la llegada de los agentes y huyeron a la carrera. La Guardia Civil consiguió interceptar a cinco de ellos.
Al inspeccionar la zona, los agentes descubrieron que los investigados habían colocado ocho arbolillos, siete naturales y uno artificial; que habían capturado ocho pajarillos; que estaban utilizando cuatro pajarillos muertos y un dispositivo electrónico como reclamo; pegamento para ratas y jaulas para guardar las aves capturadas.
La Guardia Civil soltó los ocho pajarillos capturados e informaron a los cazadores furtivos de que iban a ser investigados porque había cometido un delito contra la flora y la fauna silvestre por capturar aves protegidas utilizando medios prohibidos no selectivos como el pegamento para ratas.
La Ley 8/2003 de la Flora y la Fauna Andaluza recoge que “quedan prohibidas la tenencia, utilización o comercialización de todo tipo de instrumentos o artes de captura o muerte de animales masiva o no selectiva (…)”.
Los animales estaban entre basuras, sin agua ni comida, con desnutrición extrema y heridas
Se le acusa un presunto delito de maltrato animal al incumplir con el deber de cuidado de un perro