Investigado por el hurto de una cartera y el uso de dos tarjetas bancarias que encontró dentro
La víctima denunció que, aprovechando la aglomeración de clientes, le abrieron el bolso
La Guardia Civil ha investigado a una mujer de 29 años como presunta autora de un delito de hurto, de un delito de estafa por el uso fraudulento de una tarjeta bancaria y de un delito contra la seguridad vial por conducir sin carné a raíz de un hurto en un establecimiento de Albolote.
La víctima denunció que, aprovechando la aglomeración de clientes, le abrieron el bolso y le sustrajeron la cartera que contenía documentación personal, dos tarjetas bancarias y 700 euros en metálico. Antes de que pudiera anular las tarjetas bancarias, ya había recibido cuatro notificaciones de sus bancos por cuatro pagos por valor de 70 euros en otros tantos establecimientos de Atarfe.
Tras presentar denuncia, la Guardia Civil de Atarfe abrió una investigación. Los investigadores siguieron la pista de los gastos efectuados con las tarjetas robadas y acudieron a los establecimientos donde habían sido utilizadas. Visionaron las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de estos establecimientos y consiguieron ponerle rostro a la presunta ladrona.
En las imágenes captadas por las cámaras de una gasolinera se ve a esta joven no solo utilizar una de las tarjetas bancarias sustraídas, sino también conducir un vehículo cuando se ha podido comprobar que carece de permiso de conducir por no haberlo obtenido nunca.
Los investigadores también han averiguado que la joven acudió a un estanco de Atarfe y allí intentó pagar con dos tarjetas que no eran suyas, y que no pudo hacerlo porque las tarjetas ya estaban anuladas.
A través de la matrícula del coche, la Guardia Civil ha averiguado que la presunta ladrona tiene su domicilio en Granada, donde finalmente ha sido localizada e investigada por hurto, estafa y por un delito contra la seguridad vial.
Son dos varones de 34 y 23 años de nacionalidades marroquí y española, el primero de ellos con antecedentes policiales
La sucesión de robos ha hecho que algunos de estos clientes amenazaran a los responsables con borrarse del gimnasio
