El TSJA confirma pena de ocho años por violación de una joven en casa de su amiga
La sentencia reafirma condena ante recurso del acusado y destaca pruebas y testimonios sólidos
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado una pena de ocho años de prisión y otros ocho de libertad vigilada para un hombre que violó a una joven en la casa de una amiga de ella en la madrugada del 22 de mayo de 2021 tras salir por la zona de locales nocturnos del centro de Granada.
El acusado, de 33 años, tiene antecedentes como autor de un delito de abuso sexual cometido en 2018 y a raíz de este segundo caso la Audiencia de Granada le condenó por un delito de violación con la agravante de reincidencia. Además de la pena de prisión y la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante doce años, fue condenado a indemnizarla en más de 56.045 euros por los daños sufridos.
El condenado recurrió esta sentencia poniendo en duda el testimonio de la víctima y reclamando que se volvieran a juzgar los hechos o, de forma subsidiaria, la libre absolución. Sin embargo, la Sección de Apelación Penal de la Sala de lo Civil y Penal del TSJA ha desestimado su recurso y confirmado el fallo de la Audiencia Provincial.
Según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a la madrugada del 22 de mayo de 2021 cuando la víctima --de 24 años en la actualidad-- se encontraba de fiesta en la zona de Gavinet en compañía de una amiga; a raíz de que esta última no se encontrara bien por la ingesta de alcohol decidieran irse al domicilio de ella, donde la víctima iba a pasar la noche.
Al llegar a las inmediaciones del inmueble se encontraron con el agresor y otro amigo, a los que la amiga de la víctima conocía de otras salidas nocturnas. Un altercado de varias personas en un lugar próximo propició que las chicas decidieran entrar en el portal del edificio de manera apresurada.
Los otros dos jóvenes se apuntaron subiendo los cuatro en el ascensor a la vivienda "ante la perplejidad" de la víctima, que no entendía por qué su amiga permitía el acceso a su casa a los que, para ella, "eran dos desconocidos".
Una vez en el interior, la dueña del piso se durmió en un sofá mientras la otra joven se encontraba "muy incómoda con la situación, en compañía de dos desconocidos, no sabiendo cuáles podían ser sus intenciones". Los varones se comunicaban entre sí en árabe, lo que aumentó "su desasosiego" y la "inquietud se fue incrementando cuando uno de ellos, el procesado, le realizó proposiciones de irse a la cama con él, al tiempo que le tiraba de una de sus piernas, a lo que ella le respondía, negándose".
Se "sintió indefensa y con miedo", por lo que decidió avisar a quien podía estar más próximo para ayudarla, un amigo que era vecino del mismo edificio. Le mandó un mensaje por Whatsapp explicando que estaba "muy asustada" porque uno de los dos chicos la quería "forzar".
Pensando que en el cuarto de baño podría estar protegida, se dirigió allí y cuando abrió la puerta el procesado le dio un fuerte empujón que le hizo entrar "atropelladamente", cerrando el pestillo para impedir su huida.
Allí la violó usando una "conducta violenta" que cesó cuando se oyó una llamada en la puerta; era el amigo con el que había contactado la víctima, el cual tras hablar con los dos hombres logró que se marcharan del piso. El procesado estuvo en paradero desconocido, siendo buscado por la Policía hasta que el 28 de octubre de 2023 fue detenido en una discoteca de la ciudad.
El TSJA ha desestimado su recurso al no observar contradicciones relevantes en las sucesivas declaraciones de la denunciante a lo largo del procedimiento. También, atendiendo a los testimonios de quienes se personaron en la vivienda tras la violación, los cuales percibieron el estado de shock en que se encontraba la joven, que además presentaba lesiones físicas y psicológicas por este episodio de violencia sexual.