Cájar promueve el cultivo organopónico entre sus agricultores
Este sistema de cultivo, cuyo origen lo encontramos en algunos países de Latinoamérica, está dando excelentes resultados y puede suponer una alternativa de futuro a los cultivos tradicionales de la vega
Ayer por la tarde se organizó en el municipio de Cájar la “I Experiencia de Buenas Prácticas en la Agricultura sobre el cultivo organopónico del Tomate”, una actividad promovida por el área de medio ambiente y empleo del consistorio caxareño que congregó a numeroso público, en su mayoría: agricultores, empresarios del sector agrícola, miembros de las comunidades de regantes de los municipios colindantes y personas interesadas en este peculiar sistema de cultivo.
La charla fue impartida por Manuel Ruiz Ruiz, agricultor de la Comarca de Guadix que cuenta con más de veinte años de experiencia en el sector, que es uno de los principales impulsores de este sistema a nivel provincial y que obtuvo el Premio Empresario del año 2017 por la Asociación Intersectorial de Empresarios Comarca de Guadix.
El origen de los cultivos organopónicos se remonta a Cuba y a otros países latinoamericanos y consiste en plantar hortalizas tales como el tomate, pimiento, berenjena o cualquier otra en paredes bajas de hormigón, macetas o cualquier otro habitáculo que posteriormente es rellenado de materia y tierra, con surcos para riego por goteo situados sobre los productos en crecimiento. Este cultivo surgió en las ciudades cubanas como respuesta ante la falta de garantías en el suministro de alimentos tras el colapso de la Unión Soviética; mezcla las tecnologías y la filosofía de los cultivos ecológicos, la producción integrada y la hidroponía.
Según Manuel Ruiz: “Con este tipo de cultivos se consigue un gran rendimiento y ser más respetuosos con el medio ambiente ya que, el gasto hídrico es inferior, no se rotura la tierra y se utiliza compost y humus de lombriz orgánico lo que provoca que la tierra utilizada sea materia viva, no inerte. Además, lo que nosotros hacemos es inocular en la planta tricoderma para generar una relación positiva entre el compost y la raíz de la planta”.
Para la alcaldesa de Cájar, Mónica Castillo de la Rica: “Desde el Ayuntamiento de Cájar estamos muy concienciados con la agricultura en el municipio. Sabemos que nuestro término municipal aunque es pequeño en extensión, tiene un importante sector económico que se dedica a la agricultura, a los cuales vamos a ayudar en todo lo posible”. “Este tipo de cultivo y experiencias, puede ayudarnos a encontrar alternativas agrícolas a los métodos tradicionales y a mejorar nuestra competitividad. Desde el consistorio vamos a estar muy pendientes de las reivindicaciones que en materia agrícola nos lleguen, para apoyarlas”, sostiene la primera edil de Cájar.
Manuel Vílchez Porcel, Concejal de Medio Ambiente de Cájar y apicultor de profesión comentó: “Como apicultor que soy, conozco las enormes dificultades que entraña el sector agrícola y entiendo a los agricultores que muchas veces son el eslabón de la cadena menos recompensado y que sin embargo, más riesgo sostienen”.
Al evento asistió público procedente de los municipios de La Zubia, Huétor Vega, Cájar, Monachil y Gójar, miembros de las comunidades de regantes de las acequias Gorda, Genital y Jacín, la Asociación de Agricultores de Gójar, la plataforma Cájar en Transición y la de Amigos de Cájar.
El delegado del Gobierno, Antonio Granados, y la alcaldesa, Mónica Castillo, visitan el centro, recientemente reformado
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