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Optimistas en sus repúblicas independientes
Ya nos dio la idea IKEA con el eslogan de “la república independiente de tu casa” y, es que, esta guerra hay que ganarla en las repúblicas independientes de nuestras casas.
La experiencia del confinamiento obligado es parecido a vivir en un islote con microondas, vitrocerámica, nevera, televisor, ordenador, smartfhone, sofá, etc., etc., etc, pero rodeado de tiburones.
Ser optimista, no impide ver la dura realidad que estamos viviendo y hace creer en la solución mas pronto que tarde; la teoría del vaso medio lleno, se queda corta ante tan poca certidumbre sobre el tiempo que va a durar esta situación inquietante, y, ante un enemigo invisible.
Quedarse en casa por imperativo legal, es para la inmensa mayoría una “penitencia” soportable que se lleva mejor, cuanto mayor sea el espacio y, adecuada la compañía; porque, no es lo mismo estar confinado en un piso patera, que en un casoplón -póngase como ejemplo, en Galapagar donde residen el vicepresidente y su partenaire ministra o, por poner otro ejemplo, vivir en Marbella en una villa compartiendo vecindad con el matrimonio Aznar-Botella donde, a toda prisa, fueron a refugiarse una vez se conoció la inminente aplicación del estado de alarma.
Por supuesto la compañía es lo que mas importa, porque no es lo mismo encerrarte con tu pareja perfectamente bien avenida acompañado de niños, abuelos, mascota o bien, simplemente solos, que hacerlo con un maltratador por ser la pareja con la que convives y malvives.
Confinarse por gusto, lo haces cualquier fin de semana con mal tiempo, pero cuando es por decreto deseas, especialmente, que haga “muy y mucho mal tiempo” -que diría Rajoy-. Los días con sol aumentan “la condena” del encierro, pero siempre podemos bajar las persianas que no nos permitan ver el espectáculo que vamos a perdernos.
El mensaje es claro: HAY QUE QUEDARSE EN CASA, SI, o SI, no tenemos opción.
El COVID 19 es el enemigo a batir con cañonazos de vacuna antivírica pero mientras tanto, hay que hacerlo con agua, jabón, alcohol y confinamiento para evitar el contagio cortando todas las vías de propagación.
Como queremos ser optimistas pero preocupados, seguimos manos a la obra con todas las recomendaciones de los expertos para vencer al enemigo invisible que nos ronda, y, a buen seguro, mas pronto que tarde terminará esta pesadilla para continuar con nuestras vidas y reinventarnos.
POSTDATA: Los héroes de este thriller están reclamando material sanitario y de protección para salvar vidas, y la incompetencia de quienes tienen que gestionarlo y ponerlo a su disposición, una vez mas, se ha puesto de manifiesto. Cuando todo pase habrá que limpiar las estancias del poder invadidas por “competentes” parásitos y parásitas, aunque haya que hacer alguna/s salvedad/es.
@enriquepmarti
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