La Fábrica de la Luz en Dúrcal sigue a pleno rendimiento en su centenario
La central se construyó aprovechando un desnivel natural de más de 758 metros entre el punto de captación de agua y la sala de turbinas
La conocida como 'Fábrica de la Luz', la central hidroeléctrica de Dúrcal, cumple cien años y lo hace a pleno rendimiento tras su construcción entre 1921 y 1923 por la compañía Fuerzas Motrices del Valle del Lecrín para abastecer a los tranvías de Granada y a la línea de ferrocarril Granada-Motril.
De esta central partió también la red de abastecimiento de los regadíos de Dalías, cuando por primera vez se pusieron en cultivo tierras, ahora conocidas por sus invernaderos.
La central se construyó aprovechando un desnivel natural de más de 758 metros entre el punto de captación de agua y la sala de turbinas, lo que le permite generar energía con una potencia instalada inicial de aproximadamente 3.000 kW, suficiente para abastecer a una parte significativa de la población granadina en aquella época.
El sistema de captación se realiza a través de una presa en el río Dúrcal, que desvía el agua a través de un canal de conducción hacia una tubería forzada. Esta tubería es la encargada de llevar el agua a alta presión hasta la sala de máquinas, donde se encuentra la turbina que convierte la energía hidráulica en electricidad.
Las dificultades orográficas de la zona supusieron todo un reto para esa época, por lo que se construyó una vivienda en la Cámara de Carga superior, a 1.619 metros de altura, donde durante décadas, hasta la digitalización completa de la infraestructura vivía el responsable de esa Cámara que en ocasiones permanecía aislado durante semanas a causa de la nieve.
La turbina utilizada en esta instalación es de tipo Pelton ideal para grandes caídas de agua y bajo caudal, con dos grupos de 3,8 MW de potencia cada uno. La energía producida era luego transportada mediante líneas de alta tensión hasta Granada y sus alrededores.
Con el paso de los años, la central ha ido modernizando sus sistemas, pero aquellas turbinas siguen funcionando a pleno rendimiento adaptándose a los estándares modernos de generación eléctrica. La central de Dúrcal operativa desde 1924 no solo es un símbolo de la transición energética temprana en Andalucía, sino también un testimonio de la ingeniería hidráulica y eléctrica de la época.
Ha contribuido notablemente al desarrollo social y económico del Valle de Lecrín y sigue estando operativa hoy en día, produciendo energía limpia para la región. Bernabé Rispal, Jesús Muñoz, Diego Parejo, José Vilchez y José Manuel Melguizo son testigos de la importancia que tuvo y tiene esta central centenaria de Endesa, su historia y sus rostros se pueden conocer como parte de 'El Legado que Seremos'.
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