La Universidad de Granada pone "vallas" contra la enfermedad
La UGR, como parte de la Red Española de Universidades Saludables (REUS) se suma a la iniciativa "Un mensaje saludable por un objetivo común"
La UGR, como parte de la Red Española de Universidades Saludables (REUS) se suma a la iniciativa "Un mensaje saludable por un objetivo común". Este mes de abril el tema es un estilo de vida que perdure, por lo que Naomi Cano Ibáñez, Doctora en Medicina Clínica y Salud Pública y PDI del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, desarrolla en las siguientes líneas la importancia de mantener un estilo de vida saludable, factores influyentes y pautas básicas para su logro.
La Dra Cano, desarrolla su investigación en la Universidad de Granada en el equipo dirigido por la catedrática Aurora Bueno Cavanillas, médica e investigadora española referente en promoción de la salud, epidemiología y salud pública. Actualmente, el equipo de la Dra Bueno, en colaboración con otras Universidades y centros de investigación, participa en el mayor ensayo clínico nutricional llevado a cabo en actualmente en España, el estudio PREDIMED, visibilizando aspectos relacionados con factores asociados a la calidad dietética en adultos mayores con alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
La Dra Cano suele relatar a su alumnado universitario un pequeño cuento para que no se les olvide qué es un estilo de vida saludable. “Cuentan que una tarde de abril a las orillas de río Genil iba paseando un viejo médico y su aprendiz, de pronto se escuchó un gran alarido y vieron como entre las aguas había un hombre que había caído y se ahogaba. El joven médico corrió inmediatamente a salvar al hombre, cuando vio que no respiraba recordó todo lo que había aprendido en sus lecciones magistrales y lo reanimó. Al día siguiente, volvió a suceder lo mismo y al siguiente, también. El viejo médico felicitó a su aprendiz por haber ayudado a tanta gente, sin embargo, el joven dijo: “¿Maestro no sería mejor intentar poner vallas para que la gente no cayese al río en lugar de poner tanto esfuerzo en salvarles la vida cuando ya han caído?” Así pues, un estilo de vida saludable no es más que una “valla” que ayuda a que no caigamos al río que es la enfermedad. De una manera más científica la OMS los define como aquellos hábitos integrados en nuestra vida diaria que nos ayudan a mantenernos más saludables. Entre ellos fundamentalmente destacan una correcta alimentación, la práctica regular de actividad física y una adecuada higiene del sueño.
Desde el Secretariado de Campus Saludable, Vicerrectorado de Igualdad, Inclusión y Sostenibilidad, en este mes de abril, queremos reforzar la importancia de mantener estilos de vida saludables. Ahora puede que tenga más tiempo para organizarse y comenzar una vida más sana. Póngalo en práctica y trate de mantener estos hábitos cuando esta etapa haya terminado.
En la Universidad de Granada, ponemos “vallas” contra la enfermedad.
Háganse esta pregunta: ¿Quiere mantener un estado de salud óptimo? Sea responsable y adopte estilos de vida saludables. Muchos, generalmente cuando se creen sanos, se burlan y dicen “¡Pst! De algo hay que morirse”. Y sí, es cierto, de algo hay que morirse. Las cifras son claras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 17.7 millones de personas mueran al año por enfermedades cardiovasculares, lo que supone el 31% del total de muertes, en España 120.000 muertes cada año (y fíjense la que se ha liado porque llevamos 20.000 muertes por coronavirus). Entre los principales factores de riesgo para la aparición de la enfermedad cardiovascular se encuentra el sobrepeso y la obesidad; en España los datos de la Encuesta Nacional de Salud de 1917 indican que cerca de la mitad de las mujeres y casi dos terceras partes de los hombres mayores de 18 años presentan sobrepeso u obesidad. Otros factores como la diabetes (7%), la hipercolesterolemia (11%) y la hipertensión (18%) también están muy presentes en nuestra población. La frecuencia de estos factores de riesgo aumenta con la edad, los porcentajes son mayores en las personas de edad avanzada, pero también con el tiempo, y cada vez los encontramos con mayor frecuencia en personas jóvenes, posiblemente por los cambios sociodemográficos y culturales, entre los que destaca un alejamiento progresivo de las costumbres tradicionales y del patrón dietético mediterráneo, un aumento de la vida sedentaria, y una tendencia al aumento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil y juvenil, sobre todo en chicos y más acentuado en las edades prepuberales.
Detrás de estos datos se encuentran una serie de factores, “determinantes”, que los explican. Aunque es posible que exista una carga hereditaria, en la mayoría de estas enfermedades conocidas como “enfermedades crónicas no transmisibles” los estilos de vida no saludables tienen un papel crucial en su aparición y desarrollo.
Está abierta a la participación de voluntarios "de diferentes disciplinas e intereses"