Los beneficios proporcionados por los animales con pezuña son cada vez más valorados, según un estudio

Científicos de la UGR participan en un estudio internacional que analiza qué beneficios y qué conflictos están asociados a los ungulados silvestres a escala global

Redacción  |  21 de octubre de 2021
Ciervos rojos en Escocia (fDAVID CARMONA)
Ciervos rojos en Escocia (fDAVID CARMONA)

La caza, seguida por el recurso alimenticio que supone para muchas comunidades y su valor estético son los beneficios obtenidos por los humanos que más se asocian a los ungulados silvestres, como ciervos, hipopótamos, jabalís o jirafas. Esta es una de las conclusiones de una revisión de la literatura científica en la que participan científicos de la Universidad de Granada (UGR), liderada por investigadores del Área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. En el estudio, han analizado qué beneficios y qué conflictos están asociados a los ungulados silvestres a escala global.

Los animales con pezuña o ungulados silvestres están experimentando un incremento en su abundancia y su distribución en Europa y Norte América. Están recolonizando muchas áreas en las que estaban presentes hace décadas o incluso siglos y de las que fueron erradicados. Por el contrario, en África y Asia, las poblaciones de ungulados están sufriendo un importante declive debido al uso del suelo para la expansión humana. Según el estudio, por estos motivos, cada vez hay más interacción entre ungulados y personas. Algunos aspectos de esta mutua interacción resultan positivos y otros resultan negativos. Ante este escenario, los investigadores han analizado 575 artículos científicos para determinar qué beneficios y perjuicios proporcionados por los ungulados silvestres aparecían en las publicaciones científicas entre los años 2000 y 2019.

 

Entre los conflictos mencionados en las publicaciones científicas, destacan los daños a la agricultura, la silvicultura y a la vegetación natural, así como las colisiones de tráfico.

Según los investigadores, desde principios del siglo XXI el número de publicaciones anuales sobre los ungulados silvestres y su interacción con las personas ha ido incrementándose. También lo han hecho el número de beneficios que se han tenido en cuenta en las publicaciones científicas (aparecen en el 50.3% de las publicaciones incluidas en el estudio), a pesar de que los conflictos siguen siendo más mencionados (aparecen en el 93.7%).

El análisis de las publicaciones ha permitido establecer siete líneas de investigación sobre ungulados silvestres centradas en: herbivoría y vegetación natural; daño a la silvicultura en Eurasia; daños agrícolas en agro-ecosistemas mediterráneos; daños agrícolas en Norteamérica; conflictos en áreas urbanas de Norteamérica; áreas naturales del noroeste americano; e investigación social en África y Asia.

En Europa y Norteamérica

Estas líneas de investigación se desarrollan principalmente en Europa y Norteamérica, ya que cinco de las siete líneas de investigación principales se centran en estas áreas del mundo (el 70.6% de las publicaciones). Sin embargo, en Europa y Norteamérica solo habitan un 7% de las especies de ungulados, por lo que existe un evidente sesgo geográfico en la investigación de estas especies. La única línea de investigación que se desarrolla en países en vías de desarrollo (África y Asia), incluye en sus estudios aspectos sociales destinados a favorecer la coexistencia con los ungulados silvestres y su conservación. Además, es la línea de investigación que más destaca los beneficios asociados a los ungulados silvestres.

En sus conclusiones, los investigadores apuntan que, a pesar de los aspectos negativos tradicionalmente asociados a los ungulados silvestres, durante los últimos años se han hecho evidentes los beneficios que también pueden aportar a los sistemas socio-ecológicos, como el turismo o el mantenimiento de hábitats. Apuntan que las interacciones entre los humanos y los ungulados silvestres requerirán, aún más en el futuro, la cooperación entre los distintos agentes sociales implicados (gestores, conservacionistas, cazadores, o agricultores) para aplicar medidas de gestión que favorezcan la coexistencia entre la fauna silvestre y las personas. En vistas de los resultados obtenidos, los investigadores consideran que desde el ámbito científico debería considerarse todos los aspectos de los ungulados silvestres (positivos y negativos) en el funcionamiento de los ecosistemas, en la mayoría de casos transformados por el ser humano, para favorecer esta coexistencia.

El equipo multidisciplinar que ha llevado a cabo este estudio está compuesto por investigadores del área de Ecología de la UMH en colaboración con investigadores de los centros españoles Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC, UCLM, JCCM), la Universidad de Alicante, la Universidad de Granada y la Universidad Complutense de Madrid, e internacionales como Institute of Nature Conservation Polish Academy of Sciences (Polonia), WWF-US (Estados Unidos), University of British Columbia (Canadá) y Leuphana University of Lüneburg (Alemania).

 
 
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