Juzgados alertan sobre fallos en pulseras telemáticas que afectan la protección a víctimas de violencia de género
Señalan que estos "problemas" se estaban produciendo en "multitud de causas penales"
La magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada advirtió en febrero durante la Comisión Provincial de Coordinación contra la Violencia de Género que el sistema de control de las pulseras telemáticas presenta fallos que están afectando a numerosas causas penales debido a la imposición masiva de dispositivos.
Según el acta de la comisión celebrada el 19 de febrero, consultada por Europa Press, la Guardia Civil planteó las disfunciones del dispositivo Cometa tras las alertas previas de la Audiencia Provincial en julio de 2024. Varias víctimas se han sentido desprotegidas y algunas han pensado en renunciar a llevar la pulsera, llegando incluso a entregarla en sede judicial.
La magistrada destacó que estos fallos generan ansiedad e inseguridad entre las víctimas y complican la tramitación judicial al crear problemas probatorios en casos de quebrantamientos de órdenes de alejamiento. La titular del Juzgado número 1 también insistió en corregir estas disfunciones, recordando que los informes del sistema Cometa tienen presunción de veracidad y son clave en los procesos judiciales.
Ante esta situación, ambas magistradas y la fiscal coordinadora han remitido un informe a la presidencia de la Audiencia Provincial para poner de relieve las fallas reiteradas en los informes de Centro Cometa. Se citó un caso donde el sistema no registró varios quebrantamientos, poniendo en riesgo a la víctima, que manifestó preferir no llevar la pulsera para no favorecer al agresor.
En la comisión también participaron representantes de la Subdelegación del Gobierno, que subrayaron que Granada es una de las provincias con mayor número de dispositivos instalados. Se propuso realizar una auditoría al diseño del dispositivo, ya que se han detectado lagunas de seguridad que permiten manipulaciones, como cambiar la ubicación del dispositivo del tobillo a la muñeca, donde es más fácil retirarlo o cubrirlo con materiales que inactivan el sensor térmico. Incluso se ha registrado que algunos usuarios colocan la pulsera en animales para evadir el sistema.
La Guardia Civil evidenció que estos problemas técnicos afectan la eficacia de la protección a las víctimas, en momentos en que la confianza en el sistema resulta crucial para su seguridad y el éxito judicial.
Entre los investigados están también la jefa y un agente de salud pública, tres inspectores y funcionarios que llevaban el procedimiento