Sira Rego recibe una carta del hijo menor de Juana Rivas pidiendo no volver con su padre
El Ministerio ha preparado una comunicación a la Fiscalía General del Estado para "hacer todo lo posible para hacer cumplir los derechos de Daniel"
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha asegurado este viernes haber recibido una carta "durísima" de Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, en la que el menor, de once años, le pide ayuda para no regresar a Italia con su padre, el ciudadano italiano Francesco Arcuri, quien tiene la custodia legal.
“He recibido una carta de Daniel, una carta durísima, en la que me pide ayuda porque tiene miedo, porque se siente aterrorizado. No quiere volver a Italia”, ha señalado Rego a través de redes sociales.
Tras conocer el contenido de la misiva, el Ministerio de Juventud e Infancia ha remitido una comunicación a la Fiscalía General del Estado, en la que solicita que se haga “todo lo posible para hacer cumplir los derechos de Daniel”.
En dicho escrito, la ministra recuerda que existen leyes internacionales y normativas de protección a la infancia que garantizan el interés superior del menor, y subraya que los niños tienen derecho a ser escuchados. “Desde el Ministerio de Juventud e Infancia vamos a seguir trabajando con determinación para proteger los derechos de Daniel. Escuchemos a Daniel”, ha afirmado Rego.
El caso ha vuelto a los tribunales después de que el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada haya ordenado a Juana Rivas cumplir con la orden de entrega del menor a su padre, en ejecución de una resolución de la justicia italiana. El niño ha permanecido en España con su madre desde finales del año pasado, después de que Rivas denunciara presuntos malos tratos por parte del progenitor.
El caso de Juana Rivas tiene una larga trayectoria judicial. En abril de 2021, el Tribunal Supremo confirmó su condena por sustracción de menores, por permanecer en paradero desconocido con sus dos hijos durante el verano de 2017, incumpliendo decisiones judiciales que la obligaban a entregarlos a su padre. No obstante, la condena fue reducida de cinco años a dos años y seis meses de prisión, al considerar que se trataba de un único delito y no dos, al implicar a sus dos hijos.
El caso ha reabierto el debate sobre la adecuación de los mecanismos judiciales para atender las manifestaciones de los menores en situaciones de conflictos parentales con denuncias de violencia de por medio.
Está difundida por colectivos feministas como las plataformas contra la violencia de género de Granada 25N y 8M
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