Investigadores de la UGR utilizan nuevas técnicas para evitar el impulso de comer mal

Estas técnicas preparan al cerebro para "mejorar los resultados relacionados con la comida"

Redacción  |  23 de mayo de 2025
Trabajos desarrollados en el Cimcyc (UGR)
Trabajos desarrollados en el Cimcyc (UGR)

Científicos del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (Cimcyc) de la Universidad de Granada (UGR) han revelado cómo, frente a estímulos de comida muy apetitiva y poco saludable, muchas personas con sobrepeso o con tendencia a los atracones mantienen hiperactivo el denominado sistema impulsivo, mientras que el reflexivo o de pensamiento consciente queda en segundo plano.

En respuesta, los investigadores han combinado por primera vez a nivel internacional una intervención con Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) y entrenamiento del control inhibitorio de la alimentación, según ha detallado la UGR en una nota de prensa este viernes.

 

Estas técnicas preparan al cerebro para "mejorar los resultados relacionados con la comida, aumentando la capacidad de tomar decisiones saludables de manera consciente". La TMS se ha probado dentro de dos proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

"En nuestra investigación actual sobre técnicas de intervención neurocientíficas analizamos cómo, al aplicarlas junto a las pautas tradicionales (basadas en alimentación y ejercicio saludables), se producen cambios en los mecanismos que dificultan el mantenimiento a largo plazo de las mejoras en hábitos de salud en muchas personas con exceso de peso o atracones", ha detallado Alfonso Caracuel, investigador del Cimcyc que trabaja en estos estudios.

En los trabajos del Cimcyc, se ha utilizado la aplicación móvil FoodTrainer, diseñada específicamente para entrenar el control inhibitorio en el contexto de la alimentación, a través de ejercicios interactivos.

Este tipo de entrenamiento tiene el potencial de "modificar patrones de comportamiento automáticos y contribuir a la adopción de hábitos alimentarios más saludables, ayudando a las personas a tomar decisiones alineadas con sus objetivos de bienestar".

El equipo investigador describe el funcionamiento cerebral caracterizado por estímulos que conllevan una urgente necesidad de tomar alimentos poco sanos. Durante la toma de decisiones sobre la ingesta, los objetivos que se pueda haber marcado la persona a más largo plazo, como mantener una alimentación saludable, quedan relegados a un plano secundario, según las investigaciones.

De manera paralela, se han llevado a cabo estudios sobre el funcionamiento de los componentes cognitivos que influyen en la alimentación. Los científicos han descubierto diferencias en algunas habilidades cognitivas y del comportamiento que utilizan las personas con obesidad. Por ejemplo, se ha encontrado un mayor sesgo o tendencia a que la atención sea capturada por alimentos altos en azúcar y grasas, frente a otros más saludables.

Este comportamiento se relaciona con una activación del denominado "circuito de la recompensa". Dicho fenómeno puede llevar a que, ante estímulos relacionados con la comida o sensaciones de hambre, las decisiones no se tomen en función de unos objetivos saludables, sino por la hiperactivación del sistema de recompensa.

En definitiva, según los resultados de las imágenes cerebrales y de las pruebas de rendimiento cognitivo, las respuestas alimentarias pueden volverse semiautomáticas, sin una reflexión consciente que permita una toma de decisiones real y efectiva.

"El cuidado de la salud implica, sin lugar a dudas, una alimentación adecuada y la práctica regular de ejercicio. Sin embargo, aunque estos principios son ampliamente conocidos, mantenerlos a lo largo del tiempo resulta un desafío para muchas personas", ha explicado la investigadora de la UGR Raquel Vilar, quien ha añadido que, "en lo que respecta a la alimentación, una de las razones de esta dificultad radica en el ritmo acelerado de la vida moderna, donde la comida poco saludable es fácilmente accesible y económica".

A pesar de vivir en entornos saturados de estímulos sobre alimentos, no todas las personas experimentan el mismo grado de dificultad para adoptar y mantener hábitos saludables, lo que sugiere que hay factores individuales que juegan un papel determinante para que a unas personas les cueste más que a otras.

Una vez encontradas algunas de las diferencias que pueden explicar las dificultades en el mantenimiento de una alimentación saludable, los investigadores han iniciado una serie de estudios encaminados a determinar qué estrategias ayudan a mantener los objetivos de salud.

En un trabajo reciente han encontrado cuatro técnicas eficaces, centradas en reducir la impulsividad y reaprender a dirigir la atención, aumentar el control inhibitorio y gestionar de forma eficiente comportamientos dirigidos a la alimentación y el ejercicio físico.

La intervención con dichas pautas ha arrojado resultados positivos. Los participantes con exceso de peso han mejorado sus parámetros antropométricos y sus patrones de alimentación. En una serie de nuevos estudios, se determina cuáles son los mecanismos de acción de estas técnicas, para saber si son eficaces porque cambian redes cerebrales y reducen sesgos cognitivos.

"Además, las estamos combinando con otras aplicaciones novedosas para intentar aumentar aún más su eficacia. La variabilidad individual es importante. En este sentido, es sobradamente conocido que el peso corporal es el resultado de la interacción de múltiples factores, no solo los que hemos mencionado a nivel contextual, cerebral y cognitivo, sino también por variables endocrinas y genéticas", ha detallado Caracuel.

La medición de resultados desde un enfoque neurocientífico abarca medidas de factores cerebrales, cognitivos, emocionales y conductuales, así como de parámetros fisiológicos y genéticos, representando un avance significativo en la comprensión de los mecanismos que influyen en las decisiones alimentarias y, por ende, en el manejo del peso corporal y la sensación de pérdida de control.

"Con estos dos proyectos actuales, esperamos seguir contribuyendo al desarrollo de intervenciones más completas y eficaces que favorezcan la adopción de un estilo de vida saludable, ofreciendo soluciones específicas para cada persona", ha concluido Vilar.

Durante más de 15 años, este equipo científico, en colaboración con investigadores del Reino Unido y Australia, ha abordado la perspectiva neurocientífica, desarrollando proyectos de intervención neuropsicológica para personas con sobrepeso, obesidad o atracones de comida.

 
 
Noticias relacionadas
22/05/2025 | Redacción

Gabriel García Márquez la retrató en su crónica 'Asalto al palacio', donde la bautizó como "la Comandante Dos"