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Lo que no mata, enferma

Enrique Pérez  |  22 de mayo de 2020
Enrique Pérez (GRN)
Enrique Pérez (GRN)

Ahora, con todo lo que está ocurriendo aumentaremos la precaución y habrá que poner mas atención en como se preserva la higiene en un negocio de hostelería tipo bar, restaurante, cafetería.

En cuantos bares y cafeterías hemos advertido detalles y hábitos que no deberían de aceptarse; como, uno de los mas visibles y llamativos cuando pides, por ejemplo, medía tostada, mollete, cruasán, etc., y el camarero/a sin ninguna protección (barrera) le pone la mano encima al bollo de pan y lo divide en dos partes para, a continuación, pasarlas por la tostadora, después de manipular dinero.

Esto se puede observar en unas cuantas cafeterías, bares, restaurantes, chiringuitos, etc.; sin embargo, quiero pensar que hay una mayoría que cuidan estos detalles poniendo a una persona solo y exclusivamente para hacer las tostadas o bocadillos del desayuno debidamente provista de guantes para evitar el contacto directo con el pan, las lonchas de jamón o de embutido que, necesariamente, tienen que manipular.

 

Esto es lo que vemos (a veces) en el escenario de la barra y que inevitablemente nos imaginamos, en la cocina. -Hay que ser algo observador y meticuloso-.

Y es que la cocina tiene que ser un lugar pulcro que reúna unas condiciones higiénico-sanitarias óptimas, dando por hecho que las personas que allí trabajan tienen conciencia de lo mas elemental que es la higiene, y que siguen a rajatabla el protocolo necesario para mantener los estándares de seguridad e higiene alimentaría.

No se trata de lo que se ve o no se ve, cuando un alimento se pasa por el fuego y alcanza mas de 120º se garantiza que queda descontaminado y es inocuo; por lo que, volviendo a las tostadas del desayuno, cuando se ha tostado la rebanada de pan, se ha descontaminado pero a continuación llega el camarero (después de tocar dinero) y utiliza la mano o los dedos a modo de pinza para cogerla y llevarla al plato, dando lugar, probablemente, a que se vuelva a contaminar el alimento.

Dice un refrán “lo que no mata, engorda”; pero va a ser que, visto lo visto, lo que engorda es el bicho (bacteria, virus, parásito) y se multiplica; en cuestión de horas, una sola bacteria puede dar lugar a unos cuantos millones de bacterias y si tenemos en cuenta que estos microorganismos, nos van a provocar una enfermedad con tan solo mil o dos mil ejemplares, está claro, que el refrán lo que viene a decir de forma subliminal es que: lo que no mata, enferma.

@enriquepmarti

 
 
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